¿Qué es la iluminación en 3 puntos?
La iluminación en tres puntos es un esquema de iluminación estándar de estudio fotográfico del que parte cualquier tipo de iluminación que pretende crear sensación de profundidad.
Previo a explicar en qué consiste esta técnica, me gustaría aclarar el por qué de su importancia.
El ser humano consta de una herramienta biológica denominada estereopsis, es la capacidad del cerebro para generar una imagen a partir de dos receptores visuales (dos ojos).
Mediante este proceso, el ser humano es capaz de entender la perspectiva y profundidad del ambiente que lo rodea. Gracias a la estereopsis, nuestra agilidad mental se multiplica, ya que, por un lado abarcamos mayor campo de visión, y por otro podemos hacer cálculos más exactos de cuerpos en movimiento.
La fotografía es un medio de reproducción de la visión limitado en este aspecto, pues consta de una sola entrada de luz y carece de movimiento.
Para generar una sensación de profundidad y perspectiva, los pintores clásicos inventaron técnicas que actualmente utilizamos en fotografía para conseguir lo mismo. Véase el sfumato de DaVinci, por ejemplo, el escorzo o el punto de fuga.
Por esta razón es importante tener ciertas nociones de pintura, pues la fotografía trae técnicas heredadas de hace cientos de años.
A la hora de iluminar, lo que más le interesa al fotógrafo (o “cinematógrafo”, término que realmente hace referencia a la primera cámara cinematográfica en castellano pero a director de fotografía en inglés) es separar al personaje del fondo para generar esa sensación de profundidad. Entonces es cuando comenzamos a iluminar en tres puntos.
La idea de la iluminación en tres puntos es la de conseguir profundidad creando volumen en el personaje mediante intensidad y dirección lumínica y separándole del fondo mediante una luz de contra.
Empezar una iluminacion en tres puntos.
Si lo que quieres es empezar una toma de contacto a la hora de iluminar en tres puntos, lo importante es saber intensidades y direccionalidad de la luz.
Habitualmente un set-up en tres puntos para una entrevista o un personaje frente a un Chroma consta de un contra, una luz principal y un relleno.
Antes de hablar de ratios de iluminación, has de saber dónde colocar los aparatos.
Hay una regla sencilla que funciona y sobre todo ayuda a la hora de comenzar a iluminar en tres puntos. Para evitar sombras indeseadas, e imitar la caída de luz natural sobre los rasgos faciales, sitúa los aparatos de tal forma que el haz de luz tenga una inclinación de 45º sobre el personaje. Para ello, simplemente mide la altura del aparato sobre el suelo, sitúalo a esa misma distancia del personaje y dirígelo hacia su cara.
La idea es conseguir volumen, así que evita una entrada de luz muy lateral o frontal y busca situarlo en tres cuartos. Para posicionar los tres aparatos, imagínate la cruz de Mercedes desde un punto de vista cenital, donde la flecha superior es el contra y las inferiores el principal y el relleno.
Según la posición de cámara puedes reposicionar el contra hacia un lado u otro para evitarlo. A partir de ese momento puedes empezar con los ratios de luz.
La manera más sencilla de atacarlo es decidir un diafragma para tu luz principal, que será el punto de partida y donde te interesa tener la máxima información en la señal de vídeo. Una vez lo tengas, copia esa intensidad para tu contra y la mitad de la misma para el relleno.
Evidentemente, puedes jugar con las intensidades para la intencionalidad narrativa de lo que buscas, y no clavar ratios de 2:1, 4:1 etc, etc. Esto sigue siendo una expresión artística, así que déjate llevar y experimenta.
Recuerda que la luz es un fenómeno físico que sigue unas reglas a las que se atiene para interactuar con el medio. Si las conoces, puedes prever que resultados vas a obtener. Estudia principios físicos de la luz y aplica esos conocimientos a la iluminación artificial para buscar la naturalidad.
Experimentar a partir de la iluminación en tres puntos.
Cuanto más experimentes en el campo de la iluminación de fotografía, mejores resultados vas a obtener, y esto obedece dos normas: el conocimiento físico y el juego.
La luz se comporta como onda y partícula al mismo tiempo, y su velocidad y dirección dependen del medio que atraviesan en cada momento.
La velocidad de la luz está calculada en traslación en el vacío, pero al no ser ese el medio en el que vivimos, nuestra experiencia con la luz varía constantemente y es lo que queremos entender para replicar su comportamiento de manera controlada.
Sin entrar en física de ondas, te voy a dar un par de nociones básicas para que empieces a dar con resultados más realistas y tengas un punto de partida desde el que experimentar y aprender.
Las dos características que más te interesan de la luz son la reproducción de color y la dureza de las sombras.
Siempre que te encuentres frente al dilema de qué aparato utilizar para empezar a iluminar en tres puntos dentro de la vasta oferta del mercado recuerda lo siguiente: la dureza de las sombras depende de la distancia y tamaño de la fuente.
A mayor distancia o menor tamaño de la fuente, las sombras serán más duras y definidas. Por lo contrario, si buscas sombras más diluidas, aumenta el tamaño de esa misma fuente. Para esto se utilizan bastidores frente a los aparatos más direccionales y también pantallas de fluorescencia o LED.
La medida de reproducción de color es el CRI (Índice de reproducción cromática), y cada aparato tiene un CRI distinto.
Cuando supera el 97% se va encareciendo y es una de las características que más te interesa a la hora de elegir tu fuente de iluminación. Esto no significa que el aparato pueda emitir muchos colores distintos, si no que el nivel de blanco al que funciona (WB) tiene la capacidad de reproducción de una amplia gama cromática de aquellos cuerpos sobre los que actúa.
Siempre que iluminamos personajes en un entorno natural nos interesa jugar entre luz día o luz artificial, y esto tiene que ver con el balance de blancos, tradicionalmente 5600ºK a 6000ºK en exterior, debido a la luz atmosférica y 2800ºK a 3200ºK en interior, por las fuentes tradicionales de tungsteno.
Dicho esto te voy a contar cómo hacer una iluminación en tres puntos con dos fuentes de iluminación de una manera natural.
En este caso vamos a trabajar desde tu eje de cámara, esto es importante porque siempre evitamos la toma fotográfica a favor de la iluminación, es decir, que la luz principal venga desde el mismo ángulo que tenemos situada la cámara. Busca el plano que más te interese e ilumina a partir de ahí. Vamos a trabajar con luz de contra para iluminar toda la escena.
Cuando tengas la cámara, sitúa tu contra al otro lado del eje sin ver el aparato. Después sitúa tu luz principal (Key light en inglés) de manera que la parte más iluminada sea el lado de la cara que menos favorece a cámara. Ve rotando sobre el personaje hasta que esa fuente invada sutilmente el otro lado. Una vez tengas ambas sitúa una superficie de reflexión, esta vez a eje de cámara para el relleno, así ganarás detalle en sombras y volumen en toda la escena.
Recuerda lo comentado sobre la dureza de las sombras, utiliza una fuente grande o con difusión como luz principal, de esta forma, la luz caerá de manera más sutil sobre el otro lado de la cara, evitando la dureza en los rasgos del personaje.
Comienza con aparatos domésticos y haz pruebas, intenta siempre que la intensidad lumínica caiga según se acerca a cámara, no te interesa tener un punto caliente en primer término y un fondo pobre, porque de esta forma pierdes detalle en el ambiente escénico. Según vayas experimentando plantéate ir a por aparatos de uso más profesional, que te permitan controlar el haz y la dirección de la fuente.